Senderismo con niños: ¿qué debemos tener en cuenta?

¿A quién no le gusta salir al campo y disfrutar de un soleado día? Dar un paseo, sentir cómo la tranquilidad nos invade, observar los colores de los árboles y escuchar el canto de un pájaro o el sonido del río al pasar… Sin embargo, hay quien piensa que toda esta bucólica vivencia solo puede experimentarse en compañía de adultos, y es un error.

En Vagaluz os vamos a contar hoy cómo disfrutar de una ruta por el campo acompañados de los pequeños de la casa, así como cómo motivarles y enseñarles el respeto por la naturaleza para que poco a poco podamos ir haciendo recorridos más largos y que se conviertan en todos unos "expertos" senderistas. Y es que aunque no se trate de un deporte propiamente dicho –como los de la guía infantil que os mostramos recientemente-, sí que se trata de una actividad muy saludable para ellos.

¿Cuándo podemos comenzar a hacer las primeras rutas?

• Pasados los primeros meses de vida podemos comenzar a transportar a nuestro bebé en una mochila ergonómica. Así comenzarán a habituarse a los estímulos del entorno natural, pero hay que tener en cuenta elegir el día adecuado para nuestro pequeño, es decir, que no sea demasiado caluroso, ni tampoco con lluvia. Además, los recorridos no deberán ser muy largos ni por senderos con dificultad.

• A partir del primer año de vida, o cuando el niño comience a caminar con soltura, podemos llevar una mochila portabebés para cogerlos cuando se cansen. Este es el momento perfecto para fomentar su curiosidad, ya que están en una etapa en la que todo les llama la atención.

• A partir de los 3 años el niño comienza a ser autónomo y pesa demasiado para cogerlo, así que habrá que elegir rutas adecuadas a su edad. Además, puedes comenzar a darle alguna responsabilidad, como hacerle llevar su propia mochila, aunque eso sí, con poco peso.

Trucos para motivar a los niños a hacer senderismo

Desde Vagaluz os hemos mostrado en otras ocasiones trucos o estrategias para motivar a los más pequeños en diferentes ámbitos, como por ejemplo cuando os hablamos de 8 estrategias para que los niños lean, y ahora queremos hacerlo con el senderismo.

1. Hazle partícipe de la ruta que vais a emprender. Para ello puedes mostrarle un mapa que además puede llevar en su pequeña mochila, y si tiene una edad más avanzada podéis incluso darle opción a que elija la ruta que más le gusta. En la web Senderitos podéis encontrar multitud de rutas adaptadas a todas las edades por toda la geografía española.
2. Camina a su ritmo. Hay que adecuar el ritmo de marcha al más pequeño del grupo, e irle exigiendo aumentarlo a medida que avance su experiencia y su edad.
3. Déjale explorar. Si vas con un niño pequeño todo le sorprenderá, sobre todo si es la primera vez. Déjale que explore, que curiosee, eso sí, siempre bajo supervisión para evitar que se haga daño.
4. No te olvides de llevar comida: si los niños se cansan, tienen que reponer fuerzas. Un sandwich o un bocadillo son los mejores aliados. Por otro lado, aunque en nuestra vida diaria no nos guste que coma alimentos calóricos como pueden ser barritas energéticas o galletas, es interesante tenerlas en la recámara para recuperar energías y animarles.
5. No pierdas la paciencia. Cuéntale historias que le hagan atractivo el camino, muéstrale los elementos de la naturaleza y no pierdas la paciencia si el niño no quiere avanzar. Por ello deberéis realizar las paradas que sean necesarias, aunque sea para beber un trago de agua.

Ahora que hace tan buen tiempo y el campo está inundado de bellos colores, ¿os animáis a hacer alguna ruta de senderismo con vuestros pequeños?